Si quieres que el auto te dure muchos años, pon un poco de atención en lo que debes evitar hacer en el coche. Si seguimos las pautas adecuadas, podemos prolongar durante varios años la vida del vehículo y ahorrarnos el gran desembolso que supone comprar un nuevo coche. Nuestros hábitos al volante no siempre ayudan a mantener el coche en buen estado.
1. Los neumáticos
Prácticamente todo el mundo coincide en señalar a los neumáticos como el primer elemento a tener en cuenta a la hora de mantener el coche en buen estado y no le falta razón. Nadie lo hace, pero una de las medidas más fáciles que podemos adoptar es revisar la presión de las ruedas al menos una vez al mes para asegurarnos de que circulamos con la presión correcta e inflarlas, si tienen menos de la aconsejable.
2. Los bordillos
Muchas veces, dañamos los neumáticos al aparcar junto a un bordillo. Aparcar subidos a un bordillo perjudica tanto a las ruedas como a las suspensiones e, incluso, la geometría de las suspensiones puede perder sus cotas. Y cuidado también con los “besitos” con el parachoques delantero o trasero en la pared, ya que pueden acabar en avería.
3. Forzar el motor en frío
En solo 10 minutos nuestro motor se habrá calentado y el aceite empezará a lubricar todas las piezas. No deberíamos forzar el propulsor hasta que el agua alcance los 90 ºC y el aceite, el elemento que más tarda en coger temperatura, llegue a los 75 ºC. Por desgracia, la mayoría de vehículos modernos ha eliminado del cuadro de mandos los termómetros de agua y aceite y muchos de nosotros forzamos el motor en los primeros kilómetros, sin esperar a que alcance una temperatura óptima. El resultado: un desgaste mayor.
4. No mirar el aceite
Cualquiera puede comprobar si el coche tiene suficiente aceite o hay que rellenar el depósito. Basta con sacar la varilla y medirlo, aunque, si estás al límite, en el panel del coche se te encenderá el indicador luminoso de que necesita aceite. Siempre debes prestar atención a las luces que se te enciendan en el panel, pero más aún en el caso del aceite, ya que, si te quedas sin, el motor se quedará literalmente frito.
5. Ignorar el resto de filtros
Pero el del aceite no es el único filtro que deberíamos revisar y a menudo ignoramos, pues también has de comprobar los otros filtros del coche, empezando por el de combustible. No utilices gasolina, si tienes un diésel y viceversa. Los filtros de combustible protegen el motor, ya sea eliminando el agua (diésel) o las impurezas (gasolina) del combustible.
Otro filtro clave para la salud del motor es el de aire, que evita la entrada de partículas abrasivas que aumentan el consumo de combustible o las emisiones contaminantes. Y no olvides revisar los filtros del habitáculo, tan importantes para la salud de los ocupantes del coche. Te recomendamos hacerlo especialmente en primavera, cuando hace tiempo que no pones el aire acondicionado, y otoño
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