El líquido de frenos es muy importante en el sistema de frenado de nuestro coche. Este líquido transmite la fuerza que hacemos sobre el pedal de frenos hacia cada uno de los frenos de nuestro coche para ayudar a detenerlo.
En caso de encontrarnos el líquido de frenos con un nivel excesivamente bajo, puede deberse a varias causas. Una de ellas es debido al desgaste normal de las pastillas de freno, con lo que bajaría el nivel de líquido. La otra causa, más preocupante, es debido a una fuga interna que debemos revisar lo antes posible.
El depósito del líquido de frenos se encuentra debajo del capó de nuestro coche, junto al motor. En primer lugar debemos conocer el tipo de líquido de frenos que tiene nuestro coche, para echar de nuevo el mismo.
Debemos revisar las distintas tuberías y mangueras por donde circula el líquido de frenos de nuestro coche, para comprobar si existe algún tipo de fuga por alguno de ellos. El líquido de frenos es de color amarillo cuando es nuevo y se va volviendo de una tonalidad marrón conforme pasa el tiempo.
También es aconsejable pisar el pedal de freno de nuestro coche. En caso de que el pedal tenga un tacto esponjoso, puede ser debido a una fuga de líquido de frenos. Si después de pisar varias veces el pedal de freno vemos que éste se va al fondo, es necesario revisar de inmediato el sistema de frenos.
También podemos saber si tenemos una fuga de líquido de frenos si, en el interior de nuestro coche, vemos que se enciende el testigo de los frenos en el cuadro que se encuentra en el salpicadero.
Tampoco debemos olvidarnos de revisar la bomba de frenos, así como el bloque del ABS, ya que podemos tener alguna fuga por uno de estos sistemas.
En caso de tener una fuga, debemos llevar rápidamente nuestro coche al taller, ya que resulta muy peligroso circular en esas condiciones.
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