Es inevitable pensar que, cuando chocamos o le damos un golpe a nuestro vehículo, éste va a tener consecuencias no sólo en ese desagradable momento sino en su futuro inmediato. Pensamos que ya no hay vuelta de hoja, que nuestro carro ya no tiene el mismo valor y que, al venderlo, tenemos que negociarlo a un precio mucho menor al que teníamos pensado. Pero realmente ¿Un choque devalúa el precio de un vehículo? Es aquí donde llegan las buenas noticias para todos los conductores y compradores.

Las reparaciones

Un choque no devalúa necesariamente el vehículo. Son las reparaciones que se le hacen al carro a partir de ese choque lo que entra a jugar a favor o en contra del estado del vehículo y de sus posibles dificultades en el futuro para venderse bien o devaluarse irremediablemente. Es decir que un carro, después de un choque, perderá valor comercial sólo si es mal reparado.

Por eso es que, cuando debemos reparar nuestro vehículo después de un choque o un golpe, por más mínimo que sea, debemos dejar de lado las excusas y repararlo bien: “Es que no tengo plata”, “es que la pieza nueva me vale el doble”, “es que en este taller me dejan el arreglo a la mitad” son las razones más comunes que esgrimen las personas para no reparar a profundidad su vehículo y que, tiempo después, se convierten en un verdadero dolor de cabeza a la hora de venderlo o simplemente conducirlo, pues su estado físico no es el mismo y será más difícil manejarlo y negociarlo de la misma manera.

Malas reparaciones, malas decisiones

Si chocarse es un problema, no invertir en el arreglo del carro chocado puede ser peor. Lo barato puede salirte muy caro. Si ya invertiste una cantidad de dinero considerable el día que compraste tu carro, valdría la pena pagar para que éste quede bien después de un accidente que involucre su estado físico y mecánico. No sólo es importante tener un carro en buen estado por su buena apariencia, es fundamental tener un carro seguro – un aspecto que un conductor preventivo nunca debe olvidar.

Las piezas que generalmente son las que llevan la peor parte a la hora de no reparar bien un vehículo son: el piso del baúl, el bomper y las puntas del chasis. También, los desperfectos en la línea del carro son consecuencias comunes de un auto mal reparado. El acabado general del carro también puede sufrir serias averías después de un golpe.

Un buen taller

Cuando el choque no implica una pérdida total del vehículo, la principal recomendación es repararlo en talleres autorizados y calificados. Allí, garantizan al conductor que las piezas que serán cambiadas serán las originales de fábrica del automóvil y que los repuestos añadidos también serán de excelente calidad.

Las reparaciones que involucran el repintado del vehículo (que es uno de los procedimientos más comunes a la hora de arreglar un vehículo chocado) se harán, en un taller especializado, exactamente con las pinturas que el auto requiere sin deteriorar su calidad, logrando así un excelente acabado y evitar lo que los expertos llaman “ojos de pescado” y cáscaras de naranja, que son grumos e imperfecciones en el acabado superficial de la pintura del vehículo.

Seguimiento

Después de haber reparado tu vehículo, es fundamental que corrobores que los arreglos que le hicieron sean los necesarios para corregir el problema que trajo el choque como tal. Cuando repares tu vehículo o quieras revisar el carro que vas a comprar o vender, acércate a cualquier taller para que allí le realicen un completo diagnóstico que incluye: revisión de la dirección, revisión del sistema de suspensión y frenos (en unas pistas especiales que reportarán la eficacia de ambos); el estado de la carrocería y pintura; estado del motor; y una exhaustiva prueba de originalidad de las piezas.

Con una completa revisión, sabrás si el vehículo tiene reparaciones aparentes o no, y si es del caso, el estado general de dichas reparaciones. Muchas de ellas no pueden percibirse a simple vista, lo que hace fundamental la palabra del experto.

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