En este artículo hablaremos sobre las consecuencias mecánicas que se pueden producir si mantienes una actitud brusca o agresiva al volante. Una vez que se cierra la puerta del coche y se enciende el motor, son muchas las personas que cambian su forma de pensar y actuar para transformarse en su particular versión de lo que es un “conductor”. Por un lado, están los que utilizan su vehículo como un karaoke, otros lo usan para llevar a los niños a la escuela, mientras que otros simplemente lo usan para dar paseos y disfrutar del placer de la conducción. Seguro que existirán un millón más de tipos de conductores, pero hay dos comportamientos que te pueden salir caros: la ira al volante y la despreocupación.
Reparaciones de gases de escape (EGR)
La recirculación de gases de escape o EGR es un sistema cuya función es redirigir una parte de los gases de escape de los motores de combustión hacia el colector de admisión para reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno.
La primera recomendación para evitar esta avería es hacer caso al fabricante y realizar los cambios de filtro del aire y de gasoil a tiempo. Además, hay que repostar en gasolineras de confianza y de vez en cuando realizar trayectos de 20 minutos por carretera a velocidad constante y entre 2,000 y 2,500 revoluciones por minuto.
Reparaciones de cajas de cambio
Es uno de los elementos más importantes y de uso más frecuente durante la conducción, ya que se encarga de seleccionar la marcha que deseamos en nuestro vehículo. Lo más importante para el correcto funcionamiento de la caja de cambios es no realizar salidas bruscas; siempre hay que buscar una aceleración paulatina y tranquila para no forzarla. En el caso de los cambios automáticos es recomendable pasar la palanca de D a N cuando el coche está al ralentí, por ejemplo en los semáforos, para conseguir refrigerar el aceite hidráulico del cambio.
Reparaciones del motor
Se trata de la pieza fundida en hierro o aluminio, que actúa como el cuerpo del motor, y es donde se acoplan los cilindros, pistones y los soportes de apoyo al cigüeñal. Los daños en el bloque del motor suelen producirse por no realizar los cambios de aceite y de refrigerante que especifica el fabricante. Para los conductores bruscos, la mejor recomendación es que hay que evitar a toda costa las aceleraciones con el motor en frío.
Reparaciones del cigüeñal
Es el eje con codos y contrapesos que transforma el movimiento rectilíneo alternativo en circular uniforme, y su avería afecta directamente a la vida útil del motor. Para evitar el daño en el cigüeñal o en el retén del cigüeñal es recomendable hacer caso al refrán “más vale prevenir que curar”. Siempre hay que realizar los cambios de aceite especificados por el fabricante y sin olvidar mantener el control adecuado de los niveles específicos del vehículo. Un conductor impaciente puede caer en el error de arrancar varias veces seguidas el motor para que se apague un testigo o se solucione un problema, pero se consigue justo el efecto contrario.
Reparaciones del diferencial
Este elemento del vehículo es el encargado de regular la velocidad de giro de las ruedas para que puedan adoptar velocidades diferentes cuando la dirección del coche gira tanto a izquierda como a derecha. Giros rápidos, aceleraciones repentinas y, en general, cualquier movimiento brusco contribuirá a que el diferencial pueda dar fallos.
A la hora de cambiar las ruedas, se recomienda siempre reemplazar las dos ruedas del mismo eje. También controlar las pérdidas de aceite y que el nivel coincida con el indicado por el fabricante.
Reparaciones discos frenos
Si conduces de forma agresiva, algunos elementos como los discos y pastillas de freno están expuestos a sobrecalentamiento, lo que puede producir un descenso de eficacia en la frenada y además supondrá que el desgaste de estos elementos se acelere. Además, frenar demasiado o de manera brusca puede provocar un desgaste irregular de estos elementos, provocando vibraciones en el volante y deterioro del líquido de frenos.
Para evitar poner en riesgo nuestra vida, así como para mantener discos y pastillas de freno en buen estado se recomienda, además de una conducción más moderada, el uso de marchas más cortas para dejar que el “freno motor” realice sus funciones de frenado.
Reparaciones del turbo
El turbo es un sistema de sobrealimentación que ayuda al motor a rendir más y consumir menos. Malos hábitos al volante pueden provocar un deterioro rápido y su consecuente sustitución. Ten en cuenta que es una de las averías más caras y se produce por malas prácticas en la conducción.
Dejar calentar el coche al ralentí durante 30 segundos antes de emprender la marcha, no pisar demasiado el acelerador, no realizar maniobras bruscas hasta que el coche haya alcanzado su temperatura ideal aconsejada por el fabricante y dejar enfriar el coche durante unos segundos al ralentí antes de apagar son buenas prácticas que ayudarán a mantener el turbo en buenas condiciones.
Estas reparaciones habituales en conductores agresivos salen caras
Ten en cuenta que no estás en un circuito, y con una conducción brusca lo único que conseguirás, además de aumentar el consumo de carburante, es provocar una avería con graves consecuencias para tu vehículo.
Para un buen cuidado de la mecánica de tu vehículo (y para tu seguridad) mentalízate antes de salir de casa de que no estás en un rally y procura conducir suavemente utilizando marchas largas. En momentos puntuales, como en incorporaciones a autovías o autopistas, aprovecha para dar alegría mecánica a tu vehículo, pero no hagas que sea la tónica general.
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