Actualmente los frenos de disco ya son habituales en prácticamente la totalidad de bicicletas de montaña de las nuevas gamas. Las grandes marcas no han podido dejar de tener en cuenta las grandes ventajas de estos: más potencia de frenada, mejor dosificación, menor mantenimiento, menor alteración a los cambios climáticos. Esto ha sido posible a que los modelos actuales cada vez son más ligeros, más estables y con más regulaciones. No obstante, como cualquier sistema mecánico requieren de cierto mantenimiento y consideraciones para sacar el máximo rendimiento a tus frenos de disco. Aquí se describen algunos consejos de simple mantenimiento, otros son mejoras que aumentaran las prestaciones de tus frenos.
Minimiza el roce de los discos
Es muy habitual que las pastillas rocen con el disco ofreciendo cierta resistencia, ruido, incluso ese roce continuado puede perjudicar en la cristalización de las zapatas de freno o el sobrecalentamiento. Este roce puede aparecer incluso después de un ajuste minucioso, ya sea por el desgaste, el alabeo de los discos o por la tendencia natural de la posición de los pistones.
Ajustes rápidos
Para ajustarlo en todo momento, suponiendo que el disco este totalmente recto y las zapatas en buen estado y con una superficie homogénea podemos realizar varias operaciones sencillas:
- En la mayoría de los frenos de disco modernos, nos será muy fácil ajustar las pinzas. Aflojaremos los dos tornillos superiores y presionaremos la maneta de freno, sin soltar esta volveremos apretar los tornillos, la tendencia de la pinza será hacia centrarse automáticamente con el disco. Si no sale a la primera repite la operación, comprueba que no te domina el latiguillo ni que los tornillos desplacen la pinza al apretarlos.
- Si miras desde la parte superior de la pinza en reposo debes poder ver luz a ambos lados de las pastillas, puedes ayudarte de una hoja en blanco detrás de la pinza para ver con mayor claridad.
- En lo bujes los ejes no son perfectos cada vez que sacamos una rueda alteramos la posición del eje, nos puede ser útil marcar el eje con una marca de referencia para colocarlo siempre en la misma posición.
Mantén los discos bien rectos
El disco de freno puede alabearse o doblarse debido a golpes, caídas, el transporte o el propio calor desprendido de los frenos. Los discos flotantes con araña de aluminio y center-lock por su mayor rigidez son menos propensos a esta deformación. Podemos enderezarlos nosotros mismos con cuidado y ayudándonos de una llave inglesa para enderezarlo a su posición inicial; en nuestro taller usamos un calibrador que nos permite controlar la corrección; en algunos casos la deformación es tal que no quedara más remedio que sustituir el disco.
Evita la contaminación de los discos y las zapatas
Una de las principales causas de pérdida de potencia de unos frenos de disco suele ser la contaminación por aceites o grasas, el uso de aceites en espray, salpicaduras del aceite de los frenos de disco, incluso la propia grasa de los dedos crea una película deslizante que disminuye el coeficiente de rozamiento, perdiendo potencia y prestaciones. Limpia los discos y las pastillas con alcohol isopropílico u otros productos disponibles en el mercado.
Mantén tus frenos de disco bien purgados
La presencia de burbujas de aire en el circuito hidráulico produce un tacto menos firme y pérdida de potencia. Será necesario realizar un purgado del circuito en un taller especializado o bien usando el kit de mantenimiento del fabricante si queremos realizarlo nosotros mismos. En un uso normal este mantenimiento debe de realizarse cada 1 o 2 años según el uso, ya que el aceite hidráulico se degrada. Tener en cuenta que tipo de aceite usan tus frenos para no usar productos equivocados.
Coloca bien los muelles de las zapatas
Salvo excepciones, las zapatas de freno se ayudan de unos pequeños muelles metálicos que las sujetan y las mantienen separadas, asegúrate de que este muelle queda bien colocado y no roza con el disco, a veces darle un poco más de tensión abriendo el muelle, permite una mejor separación de las zapatas.
Asegúrate de que las zapatas se gastan uniformemente y rectas
Unas zapatas con resaltes o desgastes desiguales facilitarán el roce con el disco incluso que estas no retornen correctamente. Puedes limarlas para igualarlas, o bien sustituirlas.
Usa zapatas metálicas
A no ser que vivas en una zona lluviosa o con gran facilidad de formación de barro, siempre es aconsejable el uso de zapatas de compuesto metálico u orgánico, frenan mejor, generan menos calor y desgastan menos el disco. Si la zona por donde vives llueve mucho puedes usar zapatas sinterizadas, te permitirán una mayor duración, pero acelerarán el desgaste del disco y en bajadas muy largas puedes tener problemas de sobrecalentamiento.
Aprovecha toda la palanca que te permitan las manetas
Tanto si frenamos con el dedo índice como anular, cuanto más en la punta de la maneta frenamos más palanca realizamos y más potencia transmitimos; desplaza la maneta al interior del manillar para que coincida con el dedo que usas para frenar, te cansaras menos y frenaras con menor esfuerzo.
Ajusta la proximidad de la maneta
Todas las manetas de freno tienen un tornillo que ajusta la proximidad de esta al puño, debe ajustarse en una posición en que no nos pillemos los dedos ni lleguemos a tocar el puño, pero tampoco excesivamente alejada ya que nos produciría un cansancio excesivo, y molestias en los brazos.
Usa latiguillos metálicos
Si tienes presupuesto, puedes invertir en unos latiguillos metálicos, mejoran el tacto y evitan pérdidas de potencia por flexión; son más resistentes y flexibles además de ser desmontable y reutilizables. Son una gran mejora, sobre todo si tus latiguillos de plástico están dañados.
Aprende a frenar correctamente
Aun teniendo los frenos más potentes y dosificables del mundo, es necesario tener una buena técnica de frenado para parar la bicicleta allá donde queremos. A menudo, los problemas de frenado de algunos clientes se deben a una técnica incorrecta de frenado. Ten en cuenta lo siguiente:
- Siempre será el freno delantero el que decelerara la bicicleta, lo debemos usar con tacto, pero con firmeza, con el peso del cuerpo centrado, y la bici recta, empezando suavemente para aumentar la intensidad progresivamente, debemos de leer el terreno para evaluar el estado y el agarre que nos proporcionara; una frenada brusca en una curva o cuando la bici esta tumbada nos llevará al suelo. El freno trasero lo usaremos como apoyo, para complementar el delantero, hay que evitar su bloqueo ya que sobre tierra una rueda bloqueada decelerará menos que una rueda frenada además de que nos puede descontrolar; lo podemos usar mientras trazamos una curva, el peso del cuerpo debe acompañar la acción de frenado en consonancia al terreno, el peso sobre la rueda frenante nos proporcionará mayor agarre y eficacia. El bloqueo de la rueda trasera es una técnica propia que puede ser útil en curvas muy cerradas, pero ello requiere una técnica especifica.
- No olvides que los frenos además de ser un elemento básico de la bicicleta son una parte vital para tu seguridad. Mantén en buen estado y a punto tus frenos ya sean de disco o V-Brake, irás más rápido y seguro.
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