Son muchos los ciudadanos que padecen algún tipo de alergia, cuyos síntomas influyen negativamente en la conducción. Los profesionales del transporte son un segmento de la población especialmente delicado ante este tipo de patologías debido a la gran cantidad de horas que pasan en la carretera, ya que están todavía más expuestos a los peligros causados por las alergias, que son dos fundamentalmente: los propios síntomas y los efectos de la medicación.
El principal método para sobrellevar correctamente cualquier tipo de alergia es que se administre correctamente la medicación, siempre bajo criterio médico y avisando de que se trata de un conductor profesional que pasa gran parte del día al volante. Por estas razones, te ofrecemos algunos consejos e indicaciones para que tengas en cuenta si estás planeando un viaje y sufres de alergia.
- Consulta los niveles de polen
Se recomienda consultar los niveles de polen si se va a realizar un viaje largo o se van a conducir durante muchas horas, ya que nuestro cuerpo lo va a notar de manera destacada. Puedes consultar el nivel de intensidad de la alergia al polen en la web. Por otro lado, procura permanecer en lugar cerrados cuando haya avisos importantes o altos niveles de polen. Evita atardeceres y amaneceres, ya que son las horas del día en las que más concentración de polen hay.
- Conoce los efectos secundarios de los fármacos
Los antihistamínicos, los fármacos más recetados para los episodios alérgicos, funcionan hasta casi eliminar los síntomas durante algunas horas. Sin embargo, dichos compuestos no encajan muy bien con la conducción, ya que uno de sus efectos secundarios más clásicos es que producen una somnolencia que, dependiendo del paciente, puede ser bastante intensa. No se permite la conducción bajo los efectos de fármacos que causan letargo y, aunque ya existan los antihistamínicos de última generación que han minimizado el problema de la somnolencia, siempre se recomienda leer bien el prospecto, donde aparecerán las contraindicaciones.
- No conduzcas si te afecta el tratamiento
No todas las personas reaccionan igual ante la medicación y puede que tengas más sueño de lo normal o que tus reacciones sean más lentas. Ante el menor síntoma, lo mejor es no correr riesgos y dejar de conducir. Acude al especialista para comunicarle estos efectos. En todo caso, debemos tener en cuenta que los efectos sedativos del tratamiento disminuyen al adaptarse el organismo. Por ello se aconseja retrasar los viajes largos al principio del tratamiento.
- Revisa el filtro anti polen de tu coche
El filtro anti polen no sólo evita que entre polvo y partículas en el interior del coche, si no que ayuda a mantener limpios los conductos del aire acondicionado y evitar así la proliferación en los mismos de ácaros y bacterias, algunas de ellas tan peligrosas como la legionela. Generalmente, se recomienda cambiarlo como máximo cada dos años, aunque lo ideal es hacerlo una vez al año.
- Vigila la entrada de polen y polvo en tu coche
Existen varias maneras para mantener a raya el polvo y polen que entra al coche. Estos consejos son prácticos y sencillos y te evitarán estornudos y situaciones riesgosas:
- Mantener las ventanas subidas
- Evitar el aire acondicionado
- Limpia el vehículo con frecuencia para eliminar ácaros
- No transportar animales en el coche, ya que el pelo afecta mucho a las personas alérgicas
- Evitar conducir al atardecer, al amanecer y en zonas húmedas
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