El verano ha llegado y es momento de poner manos a la obra y proteger tu auto del inclemente sol que se está dejando sentir en estos días.
Huye del sol
Evita estacionarte bajo pleno rayo del sol. Sabemos que en ocasiones es imposible acatar este consejo, principalmente si vives en grandes conglomerados de la ciudad, donde elegir un sitio para aparcar obedece más a la oportunidad que a la necesidad, pero es bueno hacer cuando puedas. Si no encuentras lugares a la sombra en la calle, inclínate por un estacionamiento techado. Te saldrá un poco más carro pero tu auto te lo agradecerá.
Si te tocó un lugar a la sombra, considera los movimientos del sol
Si vas a tardar mucho tiempo, el lugar sombreado que elegiste posiblemente se torne en un sitio muy soleado cuando regreses. Si tuviste la oportunidad de quedarte bajo un árbol, checa si éste deje caer savia sobre tu auto, pues cuesta mucho trabajo quitarla.
Protege el interior
Siempre que dejes tu coche aparcado en algún sitio al aire libre, coloca un parasol en el parabrisas y, si puedes, uno en el medallón. El material de estos accesorios rebota los rayos del sol y mantiene el interior a una temperatura más agradable.
Protege el volante
Utiliza protectores para el volante. Te evitarás esa terrible experiencia de tomar el volante como si de una papa caliente se tratara. Si no tuviste oportunidad de hacerlo, entonces abre las ventanillas del auto y espera unos minutos a que el volante se enfríe. Por ningún motivo comiences a manejar en estas condiciones, es completamente inseguro.
Lava el coche de forma regular
Pero no lo hagas bajo pleno rayo del sol, ya que el agua se evapora más rápido y manchará la lámina de la carrocería. De ser posible aplica regularmente (por lo menos cada tres veces) cera con protección contra rayos ultravioleta. Las partes de cuero y vinilo del interior también requieren una limpieza y protección especial. Utiliza productos protectores que no dejen residuos grasosos, principalmente en el tablero.
La importancia del sistema de refrigeración
Asegúrate de que el sistema de refrigeración del carro está en perfecto estado. Si no funciona bien, el calor de la primavera y el verano provocarán que el motor se caliente mucho más fácilmente, lo que aumentará el riesgo de averías.
Si diariamente te enfrentas a caóticos embotellamientos, verifica con regularidad el anticongelante. Asimismo, es muy recomendable que revises ductos para verificar que el hule no se encuentre cuarteado por el calor.
Si tu carro está que arde
Simplemente abre la ventanilla de un lado. Luego, abre y cierra la puerta en el otro lado 5 o 6 veces. Aunque se vea un poco tonto, este truco realmente funciona, disminuye la temperatura unos cuantos grados en segundos.
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