Los resortes de suspensión ofrecen una conducción más cómoda y segura. Su función es mantener la altura del rodado al suelo, soportar el peso y ofrecer estabilidad en las curvas y al frenar. Absorben también los impactos que causan las irregularidades y baches del terreno.
Estas piezas están elaboradas con barras de acero especial resistentes a la fatiga. Su dureza varía según el vehículo y están instaladas en el tren delantero, entre la rueda y el guardabarros, y el trasero, sobre el eje.
La suspensión puede ser de acción lineal. En ella, los resortes presentan una constante elástica única en toda su franja de trabajo, deformándose en proporción al peso que soportan. Es usada por lo general adelante, por que no sufre grandes variaciones de peso o carga. Otras son las de acción progresiva. En ellas los resortes tienen una constante elástica variable.
Los daños en el resorte afectan la suspensión, alineación y dirección. Por eso es recomendable realizar una inspección visual de la distancia óptima entre el borde del guardabarros y el centro de la rueda, según las medidas establecidas por el fabricante, además del estado de los resortes y la suspensión cada 10.000 km.
No existe una pauta fija que establezca una pauta para cambiar los resortes, porque su progresivo deterioro dependerá del uso del vehículo: no es lo mismo el tránsito en la ciudad que utilizar el auto intensamente en caminos rurales o de ripio.
Los resortes deben ser reemplazados todos juntos o por pares (delanteros o traseros) si:
1) Cada dos cambios de amortiguadores (40.000 o 50.000 km), según el estado en que esté el resorte.
2) Si la pintura que lo recubre está gastada, puede tener fisuras imperceptibles a la vista.
3) Cuando el rodado tiene una altura inferior con respecto del suelo (adelante o atrás).
4) Si el espiral del resorte está golpeado pierde resistencia, lo que afecta la estabilidad del rodado y genera desgastes prematuros
5) Si los topes están dañados disminuye la capacidad de absorber los impactos. Con esto el auto se desnivela y puede perderse el control del mismo.
Como no hay una pauta fija que establezca cada cuánto hay que cambiar los resortes, hay algunos tips para observar en el desempeño del auto:
- Ante una frenada de emergencia aumente la distancia de frenado.
- Disminuye el confort de marcha o el control del vehículo en curvas
- Ante una frenada de emergencia la parte delantera del vehículo se “hunde” en el pavimento.
- Al atravesar un obstáculo el vehículo permanece “oscilando” y no se detiene.
- Se observa un desgaste irregular de la banda de rodamiento del neumático.
- Se observa rumorosidad al circular por pisos irregulares o se sienten vibraciones en el piso del auto
Los resortes no son reparables. La recomendación de los especialistas es no efectuar cortes ni modificaciones sobre estas piezas, porque pierden sus cualidades originales. Si están dañados, la opción es cambiarlos.
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