Puede que tener el carro descuidado, o no prestar atención a cómo funcionan determinados componentes pueda parecer un asunto trivial, pero algo que parece inofensivo puede convertirse, con el paso del tiempo, en un verdadero problema. Te presentamos anteriormente 6 malos hábitos que te cuestan más dinero de lo que piensas si los descuidas. Hoy aquí está un segundo paso para saber cómo corregir 5 otros malos hábitos del conducto.
1. Arrancar el carro como si no hubiera mañana
Cuando arrancas el carro por las mañanas, sobre todo en invierno, calentar el motor con fuertes acelerones es una mala idea. El aceite y los componentes aún no han alcanzado la temperatura ideal… y al estar menos protegidos acelerarán el desgaste en el motor del vehículo.
Tal y como te recordábamos en nuestros consejos para arrancar el carro en frío, espera unos segundos para que el aceite llegue al circuito y luego acelera siempre de manera progresiva.
2. Abusar del embrague y apoyarse en la palanca del cambio
El embrague es uno de los elementos más castigados del automóvil. Como funciona por fricción, sufre desgaste cada vez que se pisa. Por eso no hay que apoyar el pies en él sin necesidad (se produce un sobre esfuerzo que afecta al disco y a todas las piezas que actúan sobre él).
Otra mala costumbre es utilizar la palanca de cambios como apoyabrazos. Sin saberlo, estás presionando los mecanismos internos del cambio, lo que desgasta y provoca holguras en sincronizadores, rodamientos… A largo plazo se traduce en vibraciones y que el engranaje de las marchas sea más impreciso. Ya sabes, usa la palanca solamente para cambiar de marcha… y mejor hazlo con suavidad. Y en cambios automáticos, nunca intentes arrancar empujándolo (utiliza las pinzas), ni circules en punto muerto. Solamente conseguirás estropearlo.
3. Utilizar los frenos demasiado… o no hacerlo
Pisar el pedal del freno demasiado tiempo puede acelerar el desgaste de los discos y pastillas, deformar los discos, que se creen vibraciones en el volante al frenar y deteriorar el líquido de frenos, haciendo que el sistema de frenos sea menos resistencia a la fatiga. Como te contábamos en nuestros consejos para subir y bajar puertos de montaña, utiliza el freno motor bajando de marcha. Así conservarás los frenos y podrás controlar mejor el carro. Y, por último, no apures demasiado las pastillas y zapatas.. cambiarlas es mucho más barato que renovar el conjunto de discos y tambores.
Si en cuestas pronunciadas a veces abusamos demasiado de los frenos, a la hora de enfrentarnos a un badén muchas veces no lo hacemos. Cierto es que nuestros queridos alcaldes le han cogido gusto a colocar demasiados (solamente pueden rivalizar con las rotondas), pero hay que frenar al encontrarnos con uno. Si no lo haces, corres el riesgo de reventar una llanta, o provocar problemas en los puntos de anclaje de la suspensión.
4. Mover la dirección con el carro parado
Evita manipular la dirección con el carro parado. Piensa en que, como poco, sobre neumáticos, ruedas y suspensión hay una tonelada de peso… las gomas pueden deformarse y las suspensiones desequilibrarse, con rodamientos dañados. Además, puedes desgastar la cremallera de la dirección, con lo que la conducción sufrirá holguras. Cierto es que ahora la gran mayoría de los carros cuentan con dirección asistida, en los que este problema no es tan grave… pero en ellos no deberías nunca girar el volante hasta el límite. Si lo haces fuerzas el mecanismo (la bomba de la dirección pica en vacío) y se estropeará antes.
Llegados a este punto, no podemos pasar por alto a quienes suben bordillos con el carro para aparcar. A veces es inevitable (todos lo hacemos). Procura subir por la zona baja y despacio, pues puedes deteriorar los reglajes de suspensión y acabar desequilibrando llantas y neumáticos, ocasionando vibraciones en el volante. Y a la hora de aparcar, si los neumáticos no tocan el bordillo, mejor. Esos “pellizcos” contra el hormigón desgastan mucho las gomas y es más fácil que se produzcan reventones, además de dañar los rodamientos.
5. Conducir con el carro en reserva
Sí, tu carro es capaz de moverse con menos de cinco litros de combustible en el depósito, pero no le gusta nada a la bomba de combustible. Este elemento (en automóviles con inyección electrónica) está sumergido en el tanque, por lo que debe haber combustible suficiente para garantizar la lubricación y el enfriamiento de la bomba. Así que procura que el carro no circule en reserva, ya que la bomba puede quedar desprotegida.
Leave a Comment